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Estos son los 8 tipos psicológicos de Carl G. Jung, ¿cuál eres tú?

JUNG CREÓ UNA CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE PERSONALIDAD EN LOS QUE ENCAJAN LAS PERSONAS, MATIZANDO Y DIFERENCIANDO ENTRE LAS DIFERENTES CARACTERÍSTICAS DE LOS INTROVERTIDOS Y EXTROVERTIDOS.

POR: PIJAMASURF - 08/02/2015 A LAS 21:02:56

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La psicología, disciplina que estudia la relación entre la mente y el cuerpo humano (o en un significado profundo: el alma), cuenta con ciertos recursos para esclarecer zonas oscuras y fragmentarias dentro de la personalidad humana, en la búsqueda de clasificar -aunque sea de manera un tanto arbitraria– los distintos aspectos de la psique. 
En la Antigüedad, Hipócrates se encargó de acuñar términos que procuraban definir algunos perfiles del temperamento: los sanguíneos, los melancólicos, los coléricos y los flemáticos (4 tipos que luego fueron adoptados por Paracelso, gran influencia de Jung). Desde entonces, se ha tratado de teorizar, describir e inclusive catalogar el carácter, temperamento, intelecto y físico de las personas. 
Uno de los principales teóricos que procuró enlazar ciertas características y clasificarlas en tipos de personalidad fue Carl G. Jung. Esta figura predominante del psicoanálisis llegó a desarrollar su teoría continuando y en cierta forma transformando el concepto de Freud de la libido como energía psíquica, la cual puede dar la vida o dar la muerte. Dentro de esa premisa, esta energía activa, estructurada por las experiencias del inconsciente colectivo y los arquetipos ancestrales, se expresa en ocho tipos de personalidades caracterizadas por dos actitudes predominantes que perciben y actúan en una danza con el exterior o ambiente (objeto):
El primero, la extraversión, es la tendencia donde la libido se dirige hacia el medio ambiente, y se expresa en función de lo que percibe o siente par rapport a los objetos materiales y la cultura. Las personas extrovertidas tienen usualmente una moral basada en la convención social, acomodándose a los límites de la misma. Por consiguiente, sus objetivos se basan en la realización económica, el éxito laboral, estabilidad familiar, vida social admirable, etcétera; lo que compensa esta excesiva represión a través del desarrollo de un carácter egocéntrico e infantil. Por otro lado, esta energía psíquica dirigida hacia el exterior impide el cuidado hacia uno mismo tanto física como emocionalmente.
El segundo es la introversión, la cual se manifiesta a través de la percepción, el pensamiento y el sentimiento de la introspección (de autoanálisis). Las personas introvertidas no siguen tanto las condiciones exteriores ni las convenciones sociales, ya que eligen una vida más interna: comunican poco de lo que hacen por lo que pueden aparentar ser inseguros y poco sociables. De hecho, esta introversión genera una tendencia exagerada a darle una mayor relevancia a esa persona, ese ambiente cómodo o conocido, a las actividades en que permiten la intimidad entre dos personas, etcétera. No obstante, en ocasiones pueden ser inflexibles, víctimas de un miedo a la opinión pública o, inclusive, al deseo de ser amado en su totalidad. 
Estas dos modalidades se orientan y se adaptan a las personas en función de cuatro actividades principales: el de pensar y sentir (funciones racionales), percibir e intuir (irracional). Cada individuo presenta todas estas funciones, aunque sólo una resulta predominante como un estado primitivo, inconsciente de evolución. Se trata de funciones innatas, moduladas por el ambiente social que favorecen la adaptación del individuo en el medio ambiente; y se distinguen en ocho tipos de personalidad: 
Reflexivo-extravertido: Este tipo se da en individuos que elaboran sus teorías con base en datos objetivos, obtenidos por medio de la percepción sensorial o extraídos de la cultura. Sin embargo, las emociones se consideran como irracionales, por lo que se dirigen hacia un segundo plano la vida. Lo que los hace ser intolerantes y a veces hasta tiranos al objetivizar a los demás. 
Reflexivo-introvertido: Esta persona tiende a elaborar teorías intrapersonales (y hasta conspiracionales) sin tomar mucho en consideración los estímulos del exterior. La ausencia de intuición o sentimientos lo convierte en alguien terco, tenaz aunque explotable emocionalmente. Los demás lo perciben como inadaptado; sin embargo, una vez cerca, es muy apreciado.
Sentimental-extravertido: Se guían por el sentimiento provocado por lo externo. Su actividad intelectual  y relacional se restringe a lo que sienten. Tienen facilidad para expresar abiertamente sus sentimientos, ya que se identifican fácilmente con las personas.
Sentimental-introvertido: Este tipo es incapaz de expresar sus afectos y aversiones: callado, inaccesible, difícil de comprender y, a veces, melancólico. No tiene la intención de influir sobre los demás ni de hacerse notar ni de juzgarlos. La dificultad para percibir lo externo lo hace ver indiferente y carente de tacto, lo cual le dificulta entablar relaciones personales o ser comprendido.
Perceptivo-extravertido: En esta personalidad predomina la percepción sensorial enfocada en el objeto, sintiéndose cómodo en el campo de las realidades tangibles. Tiene una búsqueda insaciable de estímulos externos, los cuales necesitan cambiarse constantemente. Es una persona que aparenta ser alegre y vivo, aunque permite que abusen de él (y por lo tanto es un tanto vengativo).  
Perceptivo-introvertido: Este tipo se interesa principalmente en la subjetividad de lo que percibe; por que sus percepciones contienen una pobre objetividad de la realidad. Parece que viven en un mundo irreal.
Intuitivo-extravertido: Tiene la capacidad de generar una amplia gama de posibilidades en el mundo objetivo. Suele ser muy optimista en relación con sus proyectos y objetivos; sin embargo, tiende a abandonarlos. Poseen moral propia, mostrando mínimo interés por la empatía. Por otro lado, su capacidad para despertar entusiasmo en los demás es impactante. 
Intuitivo-introvertido: Son soñadores, fanáticos y artistas. Son fundamentalmente subjetivos e inestables en las relaciones interpersonales. Desde el exterior, son un enigma. 

6 ilusiones que gobiernan el mundo (y tu vida, si lo permites)

LA REALIDAD ES LA CONVENCIÓN SOCIAL QUE ACEPTA UNA COMUNIDAD. ¿PERO CUÁNDO ACEPTAMOS QUE NUESTRO TIEMPO NO VALE, QUE SOMOS ENEMIGOS DE LOS DESCONOCIDOS, Y QUE POSEER Y ACUMULAR NOS HACE MEJORES?

POR: PIJAMASURF - 07/02/2015 A LAS 11:02:05

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Parecería una obviedad afirmar que el mundo no siempre ha sido lo que es hoy. Las sociedades del pasado se han transformado, para bien y para mal, en muchos aspectos, y la creación colectiva de una sociedad global no es la excepción: aunque el mundo de nuestros días sea inspirador y aterrador, el flujo de información y el intercambio de esta a velocidades antes inimaginables puede darnos la sensación de que hemos llegado a un punto de “estasis”, o de balance, donde pocas cosas de nuestro entorno pueden cambiar. En suma, somos el resultado de un bombardeo constante de medios publicitarios que nos dicen qué desear y cómo obtenerlo, porque hay poderosos intereses económicos en que las cosas sean tal cual son.
El problema es que vivimos en un mundo conformista si permitimos que un puñado de marcas dirija el curso de nuestras vidas a través de la disposición del ingreso; si permitimos que el gobierno utilice el terror para afianzar su autoridad; si permitimos que la alteridad se diluya en favor de una aséptica homologación de todas las formas de vida a través de la corrección política del discurso.
En suma, todos perdemos si aceptamos como una segunda naturaleza las ilusiones corporativas del mundo actual.
A menudo pensamos que las ilusiones son cosas que no existen o que no pueden existir, pero en este caso se trata de esos “crímenes perfectos” que Jean Baudrillard nos enseñó a identificar: ficciones operativas que rigen el mundo y los destinos políticos a través de la propagación estratégica de mentiras y verdades veladas. La especulación bursátil utiliza modelos matemáticos que en realidad no están respaldados físicamente (p. ej. Carlos Slim y los 10 peces gordos más gordos del mundo no podrían retirar en efectivo sus fortunas de los bancos simplemente porque no existe tanto dinero impreso); los gobiernos presumen un arsenal militar cientos de veces mayor al necesario para barrer con toda la población del mundo, mientras la industria del entretenimiento toma la forma de un norte moral para la juventud.
Conformismo del mundo comercial: compra y sé parte.
Las ilusiones son aspectos de la realidad que parecen fijados para siempre y como tallados en piedra; su gran triunfo sobre la mente es dar la sensación de que son “naturales” (como el matrimonio por conveniencia entre democracia y capitalismo), de manera que cuestionarlos es difícil. Pero no imposible.
A continuación free-jazzeamos sobre algunas ilusiones puestas sobre la mesa por el buenSigmund Fraud de Waking Times, para ponerlas a prueba:
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1. La ilusión de la ley

Seguir la ley se considera una obligación moral, a pesar de que los gobernantes a menudo den muestras de ser los mayores corruptores de las leyes que juran defender. Las balanzas de la justicia se inclinan siempre en favor de quienes tienen suficiente dinero para quitarle el velo de los ojos a la justicia.
Los niños necesitan leyes y límites para aprender hasta dónde pueden exponer su deseo, de manera que aprendan a convivir y crear consenso con los demás para realizarlo. Pero son pocos los países, si acaso existe alguno, donde la gente puede decir que la ley representa efectivamente su voluntad, y donde dicha ley se sigue al pie de la letra. Los gobernantes de la Antigüedad crearon sistemas de gobierno basados en la ejemplaridad de la conducta individual; la excelencia divina era un modelo a seguir para los gobernados. Los gobernantes de hoy requieren hacer uso de la fuerza bruta para hacer valer una autoridad que sus acciones no respaldan.

2. La ilusión de felicidad y prosperidad

La cosmética solía ser el arte iniciático de representar en el cuerpo los atributos divinos, a través de una búsqueda espiritual. La cosmética, hoy en día, puede resumirse en la acumulación imparable de objetos accesorios; los centros comerciales son catedrales donde los fetiches sagrados son venerados y codiciados y el sistema se nutre de esta hambre de novedad, sin la cual sería imposible mantener funcionando el sistema de créditos.
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El sistema financiero está construido de manera que la infinita riqueza de algunos se mantenga a través del endeudamiento de la mayoría: mientras tengamos cosas nuevas y brillantes seguiremos creyendo en nuestra propia prosperidad. Una dimensión donde la abundancia real de salud, equidad y relaciones sanas entre las personas sea la regla nos parece utópica, y en cambio nos parece “natural” que poblaciones enteras del globo (maquilas en Ciudad Juárez,sweatshops en Bangkok) queden estancadas en el subdesarrollo para financiar nuestraprosperidad.

3. La ilusión de libre elección y libertad

La libertad de nuestros días está dividida en opciones de consumo: eres “libre” de elegir tu compañía celular, el restaurante de comida rápida donde comes, el plazo de algunos créditos, tu destino de vacaciones. Sin embargo, sigues siendo esclavo del sistema en la medida en quedebes seguir pagando un celular, comida rápida, créditos y diversiones procesadas y empacadas previamente.
En política sucede lo mismo: la democracia partidista, secuestrada por intereses económicos, se divide artificialmente en facciones que en apariencia se oponen, pero que en la práctica protegen sus privilegios mutuamente. Cada partido, sin importar su color, representa un pensamiento político arcaico, corrupto en tanto ha conseguido permanecer en el poder, y cínico, pues es incapaz de establecer autocrítica respecto al podrido sistema que representa.

4. La ilusión de la verdad

Los medios de comunicación nos han acostumbrado a una búsqueda impura de la “verdad”, presentando opiniones de expertos (nuevos gurús) en toda clase de tópicos. El trasfondo es que si la TV declara que algo es verdad, entonces la opinión contraria es disidencia. Otra mentira del sistema: la superabundancia de certezas, cifras, análisis y presupuestos que nos hacen sentir que comprendemos, pero que evitan que nos involucremos.
La verdad, o su búsqueda honesta, debe plantearse correctamente las preguntas antes que ofrecer respuestas apresuradas y al por mayor.
El orden social depende de un consenso, no importa que tan artificial sea este. Mantenernos informados sobre las vidas de celebridades es la manera que encuentra el sistema para que no prestemos atención a los verdaderos problemas, ni nos involucremos en soluciones.

5. La ilusión del tiempo

“El tiempo es dinero”, ¿cierto? Falso: el tiempo es la experiencia de tu vida, definida por Fraud como “una manifestación siempre evolucionante del ahora”. Confundimos horarios con el tiempo, y confundimos nuestra vida con los horarios. Hemos sido entrenados desde pequeños para basar nuestra experiencia subjetiva del mundo en calendarios y relojes, siempre pensando en lo que no hicimos en el pasado y lo que todavía no hacemos en el futuro. No existe una verdadera educación sobre qué hacer con el momento presente.
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El sistema se beneficia de esa indeterminación, pintándonos panoramas hermosos o terribles del futuro, para mantenernos perpetuamente desfasados con respecto al devenir: les interesa que seamos máquinas productivas y bien aceitadas, que produzcan sin cuestionar, y está dispuesto a darnos algunos pequeños privilegios para compensar el tiempo que perdemos trabajando. No pueden vendernos lo que no queremos comprar.
José Mujica, expresidente de Uruguay, suele decir que no compramos las cosas que necesitamos (y las que no necesitamos) con dinero, sino con el tiempo de nuestras vidas que pasamos ganando ese dinero. Ese tiempo es vida y, por lo tanto, es invaluable.

6. El apartheid social

El término separateness en inglés no arroja buenos equivalentes en español; la palabra Afrikaanspara separateness, sin embargo, es apartheid, y su significado es ominosamente universal.
Se trata de la estrategia militar por excelencia: “divide y vencerás”, pero en un nivel social. La ilusión del apartheid social es uno de los triunfos más sofisticados del sistema, pues nos ha hecho creer que estamos en competencia con nuestros semejantes, e incluso contra la naturaleza, transformando la vida en una continua batalla.
Piensa por un momento en tu peor enemigo, en tu competidor acérrimo, en la gente que más detestas: lamento que tengas que enterarte de esto en una página web, pero necesitas a esa persona no sólo para conocer tu propia medida como ser humano (la ilusión de apartheid es, sobre todo, una mentira del ego para inflarse a sí mismo) sino también para crear una comunidad global donde la alteridad radical no sea una utopía: un pensamiento donde quepan todos nos permitirá imaginar un planeta donde la vida humana no esté en pugna consigo misma ni con la naturaleza. Afrontar ese reto (básicamente, asegurar las condiciones de sobrevivencia humana) es tarea de todos, y no va a resolverse por sí misma.















Análisis del ritual de Katy Perra en la Superbowl 2015

SUPERBOWL, DESCARADO CULTO A ISTHAR, OJO, 666 Y PIRÁMIDE
LA MARIONETA MKULTRA HIZO EL GRITO SATÁNICO  DE RONALDO
katyperrysuperbowl
Hasta en el póster publicitario pusieron el ojo. Es que el que no quiera ver CON EL OJO, que NO VEA

http://contraperiodismomatrix.com/analisis-del-ritual-de-katy-perra-en-la-superbowl-2015/






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