martes, 30 de agosto de 2016

llover sobre mojado
















GONZALO ABELLA TIENE CON QUE

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GONZALO ABELLA 
El papel del Estado.

Desde la Antigüedad clásica hasta hoy, todas las sociedades divididas en opresores y oprimidos tuvieron y tienen una institución común: el Estado. El Estado puede presentarse bajo diversas formas y apariencias, desde imperios y monarquías hasta repúblicas; pero allí donde hay opresión consolidada, en forma abierta o encubierta, el Estado es la dictadura organizada de la clase dominante.
La sociedad capitalista desarrolló y perfeccionó la institución del Estado con sus rasgos más salientes: su burocracia y su brazo represivo. Los estados capitalistas oscilan, según las circunstancias, entre el maquillaje democrático y el terrorismo abierto.
Desde luego, la forma que revista cada Estado determina las formas de resistencia y de lucha de los oprimidos. Para los que vivimos en una sociedad con opresión e injusticias, en una tierra saqueada por las trasnacionales, son mil veces preferibles las formas democráticas de confrontación que las que impliquen represión directa y violencia. En el estado uruguayo, felizmente, la Unidad Popular puede desarrollar su acción política contra la Nueva Derecha en el poder, en un marco de ciertas garantías institucionales. Más aún: en diversos sectores de la producción y los servicios, la UP reclama mayor participación del propio Estado como freno al saqueo internacional y a la apropiación privada de las riquezas.
En el siglo XX surgieron Estados diferentes, como expresión de los anhelos de los trabajadores y el pueblo. Estos nuevos Estados revolucionarios, que fueron por primera vez democracia para las mayorías, debieron comportarse como dictaduras para abolir la anterior legalidad de los grandes propietarios. Debieron imponerse mediante procesos revolucionarios que desmantelaron la institucionalidad anterior y crearon una nueva legalidad. A pesar de que muchas de estas experiencias sucumbieron, durante su fecunda vida nos enseñaron dos cosas: que se pueden alcanzar logros sociales y culturales extraordinarios, y que debe cuidarse la transparencia administrativa. El Estado popular debe además mantener una vigilancia constante ante las conspiraciones de los amos derrocados y del imperialismo mundial que los apoya.
Derrumbados muchos de estos grandes proyectos populares del siglo XX, por sus propias inconsecuencias, en el siglo XXI el Sistema Mundial Imperialista amenaza la supervivencia dela Humanidad.
Pese a todo, continúa la resistencia de los pueblos contra el saqueo contaminante de trasnacionales, quienes cuentan con la complicidad del Estado tradicional.
En el marco de esta resistencia, en las últimas décadas surgieron movimientos revolucionarios que tomaron el gobierno. Bolivia y Venezuela son dos ejemplos de ello.
Los nuevos gobernantes populares deben enfrentar una coyuntura internacional adversa, en la que no se puede avanzar hacia la expropiación inmediata de todos los grandes dueños de la riqueza explotadoras. La telaraña del mercado mundial, los resguardos legales de las trasnacionales, la amenaza del bloqueo, hacen que estas revoluciones, que son radicales en lo político y social, avancen a veces con cautela reformista en lo económico, en torno a la propiedad de los medios de producción.
Por lo tanto, dentro del Estado democrático y popular, se mantiene en parte la propiedad privada sobre medios fundamentales de producción y de servicios. Una política impositiva diferente, que amplía los derechos del pueblo trabajador y permite proyectos auténticamente sociales, no impide que se mantengan ciertas zonas de propiedad privada sobre resortes fundamentales para la vida de todos.
Estos estados revolucionarios, donde aún predomina el Modo de Producción capitalistas en sectores claves, no son ya mecanismos de opresión y sometimiento. No pueden definirse como “estados capitalistas” porque ya no son una máquina al servicio del Capital; son estados de transición. A veces la legalidad heredada es modificada poco a poco, y se necesitan grades movilizaciones masivas para derrotar la resistencia de las fuerzas reaccionarias. Los propios mecanismos legales previstos por el orden jurídico preexistente, a veces permiten avanzar por los mismos resquicios de esa legalidad, al menos por una primera etapa de construcción de la nueva sociedad. Para que no se revierta, debe haber pueblo organizado y alerta.
La UP respeta el camino de cada pueblo en busca de su destino, pero siempre es solidaria con los estados agredidos, sea la Venezuela cercada por el sabotaje y el desabastecimiento artificial, sea la Palestina mártir, sea la Bolivia criminalmente agredida. Nuestro compromiso irrenunciable es con la soberanía particular de los pueblos, como nos enseñó Artigas.
Y, bajo un gobierno neoliberal, sin idealizar al Estado ni mucho menos, en la actual correlación de fuerzas, luchamos por ocupar todas las tribunas, sin una sola concesión ni ética ni programática.






lunes, 29 de agosto de 2016

Fidel Castro: Porque me convertí en Comunista













Con este ADN difícil cambiar algo: Ayer el presidente Tabaré Vázquez acompañado por autoridades de gobierno, junto a la presencia especial del senador y ex presidente José Mujica, inauguró en Fray Bentos la primera sede regional de la Universidad Tecnológica (UTEC).










Popeye, el sicario de Pablo Escobar, redobla la apuesta: "Raúl Castro recibía la cocaína y Fidel lo sabía"

Entrevista impactante.
En un nuevo envío del mano a mano entre el periodista Ricardo Canaletti (Telenoche y TN), Popeye Vásquez involucró a los líderes cubanos en el tráfico de drogas a Estados Unidos. Y acusó a García Márquez de ser un intermediario entre el cartel de Medellín y los Castro.

Una nueva y escalofriante entrega del material obtenido por el periodista Ricardo Canaletti (Telenoche y TN), John Jairo Velásquez Vásquez, más conocido Popeye, descubrió algunos datos más de la impactante trama de la estructura criminal del cartel de Medellín, liderado por el reconocido narcotraficante Pablo Escobar.
Popeye era uno de los sicarios predilectos del jefe narco. El asesino mató a más de 300 personas y estuvo preso 23 años. Hoy, camina por las calles de Medellín y los colombianos lo reconocen. Popeye es el otro patrón del mal, y le contó a Canaletti sobre una de las organizaciones criminales más grandes del mundo: el cartel de Medellín.
En las dos primeras fracciones de la entrevista, que irá completa el domingo desde las 21 por TN, Popeye dio varios detalles de sus asesinatos y estremeció con una frase: "Un buen sicario mata de dos tiros, arriba de las cejas".
Anoche se transmitió una nueva porción del relato. Esta vez, fue directo, con nombres y apellidos, e involucró a líderes políticos y de la cultura general en el tráfico de drogas con destino final Estados Unidos.
"Raúl Castro recibía la cocaína de parte de Pablo Escobar y Fidel (Castro) estaba al tanto de todo. La droga iba a Cayo Hueso, al sur de la Florida", dijo, de entrada, este sicario nacido hace 53 años en la ciudad colombiana de Antioquía.
Canaletti le repreguntó, le insistió en que se estaba metiendo con un líder mundial. Y que era difícil creerle a un sicario, a un bandido. La respuesta fue más contundente aún.
"Ese (Fidel) no es un líder mundial, es un dictador y un bandido. Yo estuve en Cayo Hueso, yo vi la droga. Cuando se descubre el tráfico de cocaína, en Cuba quedaron más de 10.000 kilos de droga enterrados", redobló Velásquez Vásquez, con la frialdad que reconoce haber asesinado a casi 300 personas.
"A mí me puede llamar bandido, no hay problema. Pero le voy a contar más. A mí, Pablo Escobar me envía al aeropuerto de México, del D.F., a encontrarme con el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. Sí, así como lo escucha. A él le entregué una carta de parte de Pablo Escobar, esa carta era para Fidel y Raúl Castro. Pablo Escobar le estaba pidiendo a Fidel un submarino ruso para llevar la droga desde México a La Habana, y con ese submarino, a Miami".
Cada tramo del relato parece una novela, pero este colombiano que pasó casi la mitad de su vida en la cárcel la repasa con absoluta claridad, sin titubear. Al dar una breve opinión de cómo era su jefe, Popeye lo define con mucha precisión. "Era el mejor amigo del mundo y el peor enemigo del mundo. Para él, eran más importantes los sicarios que los narcos. Si hacías una mala, te llamaba y te decía que eso a él le podía costar muy caro, si habías matado a un amigo suyo, por ejemplo. El no mataba por cualquier cosa, él mataba por deslealtad".
Sin dudas, una película resumida en una impactante entrevista, que seguirá dejando tela para cortar, y notas para escribir.





El Programa Espacial Secreto

Existe un programa espacial secreto, ajeno al público, a los grandes medios y a la comunidad científica ortodoxa, un programa que no utiliza cohetería convencional, que mantiene bases en la Luna, Marte… y cuya tecnología está muy por encima de lo que conocemos. De este secreto programa hablamos en el siguiente videoprograma. 

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