P.
*Estenosis
uretral 529
Frecuencia rife book Riñón piedras y cálculos Tienes que escucharla 3 veces al día durante 5 días. Descansas 1 y vuelves a empezar. Muy importante tomar agua tibia después de escucharlos al agua le vas a poner una pisca de bicarbonato. Otra cosa muy importante los primeros días puede ser que te duelan Los riñones No te alarmes es normal pues la frecuencia estará rompiendo las piedras. Quiero ayudar a tantas personas, que si compartes este mensaje me ayudas a expandir la sanación No hay mejor antídoto para la sanación que el Amor en cualquier área de la vida. Recuerda suscribirte a mi canal, activar la campanita y compartir con 5 amigos a quién creas que este vídeo le puede servir. Así me ayudas con mi propósito de ayudar. Hagamos una cadena de Amor.
ELIMINAR PEDRAS NOS RINS com Frequências RIFE de 787 Hz - #pedrasnosrins #rifefrequency #pedranorim #kidney #kidneystone #pedrasnosrins
UTI - Urinary Tract Infections Bladder & Kidney - RIFE Frequencies - Quantum Medicine Bioresonance
Los cálculos pequeños pueden ser asintomáticos, pero los cálculos grandes causan un dolor insoportable en el área de la espalda entre las costillas y la cadera.
Por lo general, para diagnosticar los cálculos se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen y un análisis de orina.
Algunas veces, la formación de cálculos puede evitarse con cambios en la dieta o aumentando la ingesta de líquidos.
Los cálculos que no se expulsan solos se eliminan con litotricia (uso de ondas de choque para romper estos cálculos) o mediante una técnica endoscópica (el uso de herramientas especializadas para visualizar y operar los órganos internos).
Los cálculos de las vías urinarias se forman en un riñón y pueden pasar a un uréter o a la vejiga. Según el lugar donde esté situado el cálculo, se denomina cálculo renal, cálculo ureteral o cálculo vesical. El proceso de formación del cálculo se llama urolitiasis, litiasis renal o nefrolitiasis.
Las vías urinarias
Cada año, alrededor de 1 de cada 1000 adultos en los Estados Unidos es hospitalizado a causa de cálculos en las vías urinarias. Los cálculos son más frecuentes en personas adultas de mediana edad y de edad avanzada. El tamaño de los cálculos va de los que son tan pequeños que no pueden ser observados a simple vista hasta los de 2,5 cm de diámetro o más. Un cálculo grande, el llamado cálculo coraliforme (también denominado cálculo «en asta de ciervo» por sus múltiples ramificaciones que tienen esta forma), puede llenar casi la totalidad de la pelvis renal (la cámara colectora central del riñón) y los conductos que desembocan en él (cálices).
Interior del riñón
Puede producirse una infección de las vías urinarias por la proliferación de las bacterias atrapadas en la orina estancada en el lugar de la obstrucción. Cuando los cálculos bloquean las vías urinarias durante un largo periodo de tiempo, la orina refluye hacia los tubos del interior del riñón y causa una presión excesiva que puede provocar su hinchazón (hidronefrosis) y finalmente lesionarlo.
Tipos de cálculos
Los cálculos están compuestos de minerales presentes en la orina que forman cristales. A veces los cristales crecen en el interior de los cálculos. Cerca del 85% de los cálculos están compuestos de calcio, y el resto están formados por varias sustancias, que incluyen ácido úrico, cistina o estruvita. Los cálculos de estruvita (una mezcla de magnesio, amonio y fosfato) también se denominan cálculos de infección, porque solo se forman en orina infectada.
Causas de los cálculos en las vías urinarias (piedras en el riñón)
Los cálculos se forman porque la orina está demasiado saturada de sales que luego se convierten en cálculos o porque la orina no tiene inhibidores de la formación de cálculos. El citrato es un inhibidor porque normalmente se une al calcio, que suele estar involucrado en la formación de cálculos.
Los cálculos son más frecuentes en personas con ciertas enfermedades (por ejemplo, hiperparatiroidismo, deshidratación y acidosis tubular renal) y en las personas cuya dieta es muy rica en proteínas de origen animal y vitamina C o en quienes no consumen suficiente agua o calcio. Las personas con antecedentes familiares de formación de cálculos son más propensas a tener cálculos de calcio y a padecerlos con mayor frecuencia. Las personas que se han sometido a una cirugía para perder peso (cirugía bariátrica) también presentan mayor riesgo de formación de cálculos.
En raras ocasiones, los fármacos (incluido el indinavir) y las sustancias de la alimentación (por ejemplo, melamina) causan cálculos.
Síntomas de los cálculos del tracto urinario
Los cálculos, especialmente los minúsculos, pueden ser asintomáticos. Los cálculos de la vejiga pueden causar dolor en la parte inferior del abdomen. Los que obstruyen el uréter, la pelvis renal o cualquiera de los conductos de evacuación del riñón, producen dolor de espalda o un cólico renal. El cólico renal se caracteriza por un dolor insoportable e intermitente, que suele localizarse en la zona entre las costillas y la cadera en un lado, que se extiende por el abdomen y con frecuencia hasta la región de los genitales. El dolor tiende a producirse en oleadas, aumentando gradualmente hasta su máxima intensidad, para luego desaparecer en un periodo de 20 a 60 minutos. El dolor se irradia a la parte baja del abdomen, hacia la ingle y los testículos o la vulva.
Otros síntomas incluyen náuseas y vómitos, desazón, sudoración y presencia de sangre, de un cálculo o de un fragmento de cálculo en la orina. La persona puede sentir la necesidad imperiosa de orinar con frecuencia, en especial cuando el cálculo desciende por el uréter. Escalofríos, fiebre, ardor o dolor al orinar, orina turbia y maloliente, además de hinchazón abdominal en algunas ocasiones.
Diagnóstico de cálculos en las vías urinarias (piedras en el riñón)
Síntomas
Tomografía computarizada (TC)
Los médicos suelen sospechar la presencia de cálculos en las personas que presentan cólico renal. Algunas veces la sospecha del médico se basa en la respuesta dolorosa a la palpación en la espalda y la ingle o dolor en la zona genital sin ninguna otra causa aparente. Encontrar sangre en la orina apoya el diagnóstico, pero no todos los cálculos provocan la presencia de sangre en la orina. En ocasiones, los síntomas y los hallazgos de la exploración física son tan específicos que no se necesitan pruebas adicionales, particularmente en las personas que han tenido cálculos en las vías urinarias anteriormente. Sin embargo, la mayoría de las personas sienten un dolor intenso y presentan síntomas y hallazgos que hacen probables otras explicaciones para el dolor, así que es necesario realizar pruebas complementarias para excluir esas otras causas. Los médicos deben diferenciar entre la presencia de cálculos y otras posibles causas de dolor abdominal intenso, incluyendo
Peritonitis, que puede ser causada por apendicitis, embarazo ectópico o enfermedad inflamatoria pélvica
Trastorno agudo de la vesícula biliar (colecistitis aguda)
La tomografía computarizada (TC) helicoidal (también llamada espiral) realizada sin material de contraste radiopaco suele ser el mejor procedimiento diagnóstico. La TC puede localizar el cálculo y también indicar el grado de obstrucción de las vías urinarias; también detecta muchas otras anomalías que pueden causar un dolor similar al producido por los cálculos. La principal desventaja de la TC es que las personas que se someten a ella están expuestas a radiación. A pesar de ello, este riesgo parece prudente cuando las causas posibles incluyen otras enfermedades graves que podrían ser diagnosticadas con la TC, como un aneurisma aórtico o una apendicitis. En la actualidad se usan de forma habitual dispositivos y métodos de TC más nuevos que limitan la exposición a la radiación.
La ecografía es una alternativa a la TC y no requiere exposición a la radiación. Sin embargo, la ecografía, en comparación con la TC, no suele identificar los cálculos pequeños (especialmente cuando están instalados en el uréter), ni la localización exacta de la obstrucción en las vías urinarias, ni algunos de los otros trastornos graves que puedan causar los síntomas.
La radiografía de abdomen expone a la persona a mucha menos radiación que la TC, pero son mucho menos precisas en el diagnóstico de cálculos y solo pueden mostrar los cálculos de calcio. Cuando los médicos sospechan que la persona tiene un cálculo de calcio, la radiografía es una alternativa para confirmar su presencia o ver hasta dónde ha llegado el cálculo en su descenso por el uréter.
La urografía excretora (anteriormente denominada urografía intravenosa o pielografía intravenosa) consta de una serie de radiografías tomadas después de una inyección intravenosa de un medio de contraste radiopaco. Esta prueba puede detectar cálculos y determinar con precisión el grado con el que están bloqueando las vías urinarias, pero se tarda mucho tiempo y conlleva el riesgo de exposición al medio de contraste (por ejemplo, una reacción alérgica o empeoramiento de la insuficiencia renal). Los médicos rara vez recurren a la urografía excretora si hay posibilidad de practicar una TC o una ecografía.
Suele realizarse un análisis de orina, que puede mostrar la presencia de sangre y pus en la orina, tanto si se han manifestado síntomas como si no.
Determinación del tipo de cálculo
Al establecer el diagnóstico de cálculos, los médicos prescriben la realización de las pruebas necesarias para determinar el tipo de cálculo. Es conveniente que las personas afectadas recuperen los cálculos que expulsan. Pueden recuperarlos filtrando la orina a través de un papel o un tamiz. Los cálculos encontrados deben ser analizados. Según cuál sea el tipo de cálculo será necesario llevar a cabo análisis de orina y de sangre para medir las concentraciones de calcio, ácido úrico, hormonas y otras sustancias que puedan aumentar el riesgo de formación de cálculos.
Tratamiento de los cálculos en las vías urinarias (piedras en el riñón)
Para calmar el dolor se utilizan antiinflamatorios no esteroideos u opiáceos, según sea necesario.
A veces, la eliminación de los cálculos
Los cálculos pequeños que no causan síntomas, bloqueo de las vías urinarias ni infección no suelen necesitar tratamiento y suelen eliminarse solos. Los cálculos mayores (de más de 5 mm) y los que están más cerca de los riñones son menos propensos a eliminarse solos.
Alivio del dolor
El dolor del cólico renal puede aliviarse con fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Si el dolor es intenso, a veces se precisan opiáceos.
Estrategias para favorecer la expulsión de los cálculos
Para favorecer la circulación de los cálculos, suele considerarse recomendable beber bastante líquido o administrarlo abundantemente por vía intravenosa, pero no está clara la utilidad del procedimiento. Los alfa-bloqueantes adrenérgicos (como la tamsulosina) pueden ayudar a eliminar el cálculo. Cuando el cálculo ya ha sido expulsado en la orina no se requiere ningún otro tratamiento posterior.
Comentarios
Publicar un comentario