La Tierra no Gira Alrededor del Sol- Nassim Haramein
Es una barrera impenetrable, aparentemente de plasma y ésta ha sido descubierta en el 2014 por el Profesor Daniel Baker, del Departamento de Física Espacial y Atmosférica de la Universidad de Colorado.
Según el científico, la misma se encuentra entre el cinturón Van Allen interior y el exterior, apróximadamente entre 11.500 km y 13.500 km de altitud.
Baker agrega, que nada ni nadie puede atraversarla, ni siquiera los llamados “electrones asesinos” del cinturón Van Allen exterior.
Por lo tanto, la pregunta es : ¿Cómo hicieron todos los vuelos de la misión Apolo, al igual que los satélites enviados por NASA para atravesarla?
Qué opinan uds.?
Nassim Haramein es un físico teórico suizo sin titulación oficial que lo certifique. Se trata de un personaje conocido gracias a Internet, en particular gracias a los vídeos de sus conferencias. Porque, ante todo, es un gran comunicador. Sin embargo, con estos antecedentes, quien no lo conozca y quiera averiguar algo sobre su biografía y sus teorías, no lo va a encontrar en Wikipedia; en ninguna de sus versiones, sean estas en inglés, alemán o castellano.
Investigando en la propia Wikipedia, puede averiguarse que ha habido algunos intentos de incorporar esta entrada, pero ha sido eliminada por considerarse una biografía poco relevante. Este filtro se introduce, quiero suponer, para evitar que cada cual se incluya a sí mismo, o a su empresa, en la enciclopedia. Pero, en Wikipedia se pueden encontrar múltiples ejemplos de biografías de personajes menos conocidos que el que nos ocupa.
Si el criterio empleado es que se trata de un charlatán que no merece incluirse en este compendio, lo mismo debería aplicarse para otros charlatanes probados. Aunque solo fuera para indicar que lo son, ya que han alcanzado cierta relevancia.
Al introducir Nassim Haramein en el buscador de Google, se obtienen 727.000 resultados; mientras que al buscar “pequeño Nicolás” los resultados son 320.000; y estos resultados no solo se refieren a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, sino también al personaje de los libros de Sempé y Goscinny. Ambos Nicolases tienen su correspondiente entrada en Wikipedia.
Para la ortodoxia, las teorías de Nassim Haramein podrían incluirse en el mismo saco que la homeopatía, el biomagnetismo, la Numerología, la Teoría de los campos mórficos, el Diseño inteligente y otros temas que cuestionan, con fundamento o sin él, las verdades oficiales. Algo no probado por la ciencia y, en consecuencia, a combatir. Sin embargo, la mayoría de estos temas sí aparecen en Wikipedia, generalmente para denostarlos o ponerlos en duda. Para la homeopatía, por ejemplo, ya se advierte al principio de la entrada de que se trata de un sistema de medicina alternativa y una pseudociencia y se argumenta, a lo largo del artículo, sobre su verosimilitud y eficacia no probadas científicamente.
No quiero decir con esto que haya una conspiración mundial para excluir a Haramein de la Wikipedia, por la inconveniencia de sus ideas, pero no deja de llamarme la atención su ausencia en un medio en el que, supuestamente, todos pueden incorporar, debidamente documentado, aquello que consideran de interés general. Y me llama la atención no tanto por este caso particular, sino por el funcionamiento y la fiabilidad de la Wikipedia en sí. No podemos olvidar que se trata de un referente muy poderoso, de una fuente de información con impacto universal. Basada, eso sí, en el criterio y el consenso de la mayoría.
La idea original con la que nació Wikipedia, la que todavía comparten la gran mayoría de sus usuarios y el público en general, es que se trata de una enciclopedia colaborativa, elaborada por todos aquellos que quieren participar en ella y que se regula a sí misma. Pero esto no es así. Como en cualquier enciclopedia convencional, hay algún tipo de selección y de censura.
Aunque todo el mundo puede editar cualquier artículo, no todos los que colaboran en Wikipedia tienen el mismo peso, los mismos privilegios y la misma capacidad de decisión. Para evitar actos de vandalismo, ataques personales, guerras de edición… y para garantizar que la Wikipedia tenga cierta coherencia en cuanto a su presentación, estilo… hay personas que realizan tareas de mantenimiento. Como es lógico, estos colaboradores tienen ciertas facultades de las que carece el resto. Son los “bibliotecarios”, que son los únicos que pueden llevar a cabo ciertas acciones; por ejemplo, borrar páginas, revertir cambios en ellas o bloquear usuarios.
Para ser elegido bibliotecario, hay que presentar una candidatura, o ser propuesto por un tercero, y someterse a una votación, en la que pueden participar los usuarios registrados que cumplan ciertos requisitos. Revisando las votaciones, encuentro que el último bibliotecario de la Wikipedia en español ha sido elegido por 99 votos a favor y ninguno en contra. No parece una votación masiva.
Entre los méritos que se citan en una candidatura, se valoran “el trabajo global realizado por el candidato en Wikipedia, incluyendo artículos, páginas de enciclopedia, atención a otros usuarios, labores de mantenimiento, mediación, discusión de políticas, etcétera”. Como puede verse, en la anterior relación no hay ninguna mención explícita a la titulación académica, experiencia profesional, publicaciones y otros requisitos similares que podrían otorgar autoridad al candidato. Es más, ni siquiera es necesario saber su nombre verdadero.
En esta construcción colectiva, tiene mayor poder de decisión un bibliotecario anónimo que un premio Nobel, si es que llegara a editar el correspondiente artículo en el que se describe su trabajo. Es más, si insiste mucho, hasta se le puede vetar.
Esta carencia de las garantías que proporcionan los expertos es una de las principales críticas que pueden hacerse a Wikipedia y que le restan fiabilidad. También es una de sus virtudes, como argumentan sus defensores, ya que impide que los contenidos de la enciclopedia sean los que dictan la ortodoxia, los poderes establecidos y el statu quo. El ideal de Wikipedia es elaborar un compendio de los saberes de la humanidad, disponible para cualquier persona que tenga acceso a Internet, que no esté construido por las élites sino por los usuarios de todo el mundo.
En cuanto a su fiabilidad, en 2005, la prestigiosa revista Nature publicó un estudio en el que se comparaba la exactitud de Wikipedia con la de la Enciclopedia Británica. En este estudio, se seleccionaron 42 artículos científicos de ambas enciclopedias que fueron revisados por expertos que no conocían la procedencia de los artículos que revisaban. Las conclusiones fueron sorprendentes: no había grandes diferencias entre una enciclopedia y la otra. Aunque, claro está, solo se trataba de 42 artículos y, desde 2005, cuando la enciclopedia se encontraba en plena efervescencia y era capaz de entusiasmar y movilizar a gente de todo tipo, hasta la actualidad, las cosas han cambiado mucho.
Las barreras técnicas (el aprendizaje que requiere el uso correcto de las herramientas de edición, las normas de estilo…), la necesidad de constancia, las continuas correcciones que unos usuarios se hacen a otros en algunos temas controvertidos, el poder que tienen los bibliotecarios de decir la última palabra y de rechazar nuevos artículos, entre otras razones, han provocado, que el número de colaboradores y de colaboraciones vaya disminuyendo significativamente con el tiempo.
A esto hay que sumarle el interés que tienen las personas, las organizaciones y las empresas por aparecer en Wikipedia y, por tanto, situarse en los primeros puestos de los buscadores; junto con la capacidad de difamar o de imponer ideas que otorga un medio de información masivo; además de la vanidad personal y la necesidad de tener razón en discusiones, aunque sean por escrito y entre usuarios con seudónimo.
Wikipedia se ha convertido en un campo de batalla y su “punto de vista neutral”, si es que alguna vez lo tuvo, está siempre amenazado. Este es el motivo por el que los artículos, teóricamente, están vigilados: para reparar las acciones deliberadas de los vándalos y prevenir las acciones de los políticos, empresarios, organizaciones, corporaciones y demás particulares y grupos de poder que intentan dominarla. Pero, con todo el respeto a aquellos que aportan su trabajo de forma altruista, y que intentan ser honrados al hacerlo, la preparación, la labor y las decisiones de los bibliotecarios son tan cuestionables como las de los expertos.
Wikipedia es un magnífico experimento social, un ensayo empírico sobre la autogestión y el autogobierno. Pero es preocupante que se haya extendido tanto, que tenga tanta influencia y que no haya nada parecido a ella, gratuito y que cumpla la misma función. Es preocupante que no haya una alternativa. Parece que hubiera dos tipos de saberes, aquellos accesibles y destinados a las masas y los saberes de élite, difíciles de encontrar y reservados a unos pocos.
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