Pronoia, cuando el universo conspira a tu favor
Existe un concepto contrario a la paranoia; la pronoia: donde la persona siente siempre que el universo conspira en todo momento (y secretamente) para su beneficio. En teoría, la pronoia es un neologismo, definido como el estado mental contrario a la paranoia, donde el individuo tiene el presentimiento de que el mundo funciona para ayudarlo. Personalmente, siento la pronoia como un estado de vibración, pues cuando te alineas con futuros, realidades y energías de alto calibre, literalmente sintonizas con eventos, personas y situaciones del mismo nivel y, por lo tanto, se tiene la sensación, y es literal, de que todo funciona siempre a favor de uno, en plena sincronía y armonía con las leyes, dinámicas, y procesos energéticos de la vida.
En todo caso, desde 1982, con su primera aparición como concepto público, la pronoia tomó su lugar dentro del lenguaje social, y donde algo que antes era simplemente una forma optimista de ir por la vida, ahora resulta que le fue concedido un nombre clínico, y hasta algunos han pensado que podría llegar a ser un trastorno psicológico que habría que tratar. En general, muchos pensamos que, si las circunstancias y todo se vuelve a nuestro favor, es porqué estamos alineados con fuerzas mayores de la Creación que facilitan la manifestación de esos estados vibracionales altos. Aquí es cuando uno parece tener síntomas (que son lo que seguro, en algún momento, las farmacéuticas querrán que nos tratemos con medicamentos) de ataques repentinos de optimismo e incrementos de buena voluntad. Todo un problema para el sistema, la verdad, pues no vaya a ser que realmente creamos que las cosas pueden ir tan bien como lo estamos percibiendo y viendo materializado, y nos vayamos a acostumbrar a estar en ese estado.
Hasta los clásicos griegos la practicaban
En todo caso, el tema viene de lejos, ya que hace siglos, nuestros antepasados, sabían del poder que tiene alinearse con las fuerzas que rigen la vida y la naturaleza. Los griegos, por ejemplo, tenían una palabra –Kosmos– para referirse a la totalidad ordenada de la existencia, una totalidad que incluía los mundos físicos, etéricos, emocionales, mentales y espirituales. Desde su punto de vista, la realidad última no era tanto el cosmos (la dimensión estrictamente física, nuestro universo 3D, la realidad espacio-tiempo que conocemos) como el Kosmos (con K, que incluye las dimensiones no-físicas, todo lo emocional, mental y espiritual de los niveles y planos superiores de la existencia).
El Kosmos, pues, no se refería sólo a la materia inanimada e insensible, sino a la totalidad viva compuesta por la materia, el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu. Si debe existir una auténtica alineación con la vida, no debe centrarse exclusivamente en el conocimiento y comprensión del cosmos, sino del Kosmos, en su conjunto, sino, no hay forma de explicar porqué existe realmente la pronoia, y porqué es tan real como lo es cualquier otra cosa. Lo que ocurre es que la sociedad moderna ha acabado reduciendo el Kosmos al cosmos, la totalidad compuesta de materia-cuerpo-mente-alma-y-espíritu a la materia sólida pura y dura, como único referente de lo que es válido y real, hasta el punto de que, en el mundo insípido y anodino del materialismo científico, nos cerramos a la idea de que pueda existir realmente una forma de alinearse y conectarse con un universo más allá del plano físico, y vivir y disfrutar de sus leyes y sus invisibles dinámicas, que hacen que, literalmente, si te enchufas a ellas, conspiren en tu favor constantemente.
Viviendo en pronoia
Para ridiculizar este aspecto, el concepto de la pronoia pareciera estar en completa oposición con el mundo en el que estamos. No es nueva, pero si subversiva para el sistema establecido, que procura que no nos enteremos de ninguna de las formas de la maravillosa existencia de todo aquello que no vemos con nuestros ojos. Y, ¿cómo se vive en pronoia? Pues solo exige que uno se conecte al flujo de la vida en su más alta expresión: a través de las energías de la felicidad, de la risa, del amor, de la empatía, de la cooperación y colaboración mutua, y eso sucede cuando dejamos de vivir desde el modo “supervivencia”, saliéndonos de los miedos y la separación para conectarnos con el modo “disfrute del momento”.
La pronoia, en uno mismo, es tremendamente fácil de demostrar, y, en general, nos da igual que otros nos crean o no cuando les aseguramos que la vida parece conspirar a nuestro favor en determinados momentos de nuestro paso por este plano. Simplemente, cuando el ser humano se halla centrado en un determinado estado de la existencia, es decir, cuando vivimos en torno a un determinado nivel de consciencia, todo nuestro mundo físico, energético, psicológico, nuestros sentimientos, motivaciones, ética, valores, nuestro sistema de creencias, nuestra visión acerca de la realidad en la que existimos, está en consonancia con los niveles de realidad más altos posibles dentro de nuestro planeta (evidentemente, acotados por la realidad macro del sistema bajo el que existimos, pero ya lejos de sus estratos más densos y complejos que es donde nos intentan mantener constantemente).
Los dos lados del péndulo
Cuando esto sucede, el universo conspira y nos da total libertad. Podemos vivir desde la paranoia o desde la pronoia, o en cualquier estado intermedio según vaya de un lado a otro el péndulo de nuestra realidad. Ahora mismo, debido a los medios de comunicación, asistimos a un escenario donde se plasman muchas escenas de uno de los bandos, pero todos tenemos montones de oportunidades de experimentar la otra elección. El universo conspira en darnos aquello que elegimos o en lo que nos enfocamos: si somos pesimistas, nos dará más experiencias y acontecimientos en ese sentido. Si elegimos el optimismo, comenzaremos a ver nuestra luz y la que hay en todo nuestro alrededor, sabremos siempre que formamos parte del conjunto de todo lo que existe, y ello nos permitirá ser desde la parte más divina y primordial que nos define.
¿Una pastilla para curar la pronoia? No, un esfuerzo por vivir siempre en ella. Mi universo me dice que siempre me está y me estará ayudando, y no he percibido en ningún momento que haya dejado de hacerlo.
2da Ley Biológica
La Ley de las Dos Fases de todos los SBS
Todo programa especial con sentido biológico (SBS) se desarrolla en dos fases, siempre y cuando exista la solución del conflicto biológico:
Normotonía:
Es el estado de nuestro ritmo normal del día y la noche. La "simpaticotonía" en fase diurna de actividad se alterna con la "vagotonía" en fase nocturna cuando normalmente descansamos. Los términos se refieren a nuestro Sistema Nervioso Autónomo (SNA), el cual controla las funciones vegetativas tales como el ritmo cardiaco o la digestión. Durante el día nuestro organismo se encuentra en un tono de estrés simpaticotónico (lucha o huida), mientras en el sueño se encuentra en un tono de descanso vagotónico (descanso y digestión).
Fase Activa o de Conflicto Activo (CA, Fase Fría, Simpaticotonía):
Un conflicto inesperado o DHS interrumpe inmediatamente el ritmo normal del día y la noche, e inicia la Fase Activa del conflicto (Fase CA). El choque dispara el inicio de un Programa Biológico Especial y Significativo (SBS), que permite al organismo (psique, cerebro y órgano) incrementar el funcionamiento diario y enfocarse de lleno en contender con la situación imprevista.
Nivel Psíquico:
La fase activa del conflicto es experimentada como estrés emocional y ocupación mental constante (no elegida) sobre el conflicto, piensa día y noche en el conflicto.
Nivel Vegetativo:
Durante la Fase Activa del conflicto se caracteriza por:
- Simpaticotonía constante, ritmo del día continuo, estrés permanente.
- Insomnio.
- Falta de apetito.
- Pérdida de peso.
- Náuseas.
- Ritmo cardiaco acelerado.
- Aumento de la presión sanguínea.
- Manos y pies fríos, temblores, escalofríos, piel y sudores fríos.
- Incremento de los parámetros simpaticotónicos de Tiroxina, ACTH (hormona adreno corticotropa) Cortisol, Adrenalina (epinefrina).
- Insomnio.
- Falta de apetito.
- Pérdida de peso.
- Náuseas.
- Ritmo cardiaco acelerado.
- Aumento de la presión sanguínea.
- Manos y pies fríos, temblores, escalofríos, piel y sudores fríos.
- Incremento de los parámetros simpaticotónicos de Tiroxina, ACTH (hormona adreno corticotropa) Cortisol, Adrenalina (epinefrina).
Desde un punto de vista biológico, el tono de estrés prolongado, particularmente las horas extras en vigilia y la preocupación total por el conflicto, generan condiciones más favorable para encontrar una solución al conflicto.
Nivel Cerebral:
Aparecen Focos de Hamer (FH), visibles en un escáner cerebral como anillos nítidos en forma de diana, concéntricos.
Los anillos permaneces nítidos mientras el conflicto está activo.
Los anillos permaneces nítidos mientras el conflicto está activo.
La localización donde el conflicto impacta en el cerebro está determinada por la naturaleza exacta del conflicto.
El tamaño del Foco de Hamer está determinado por la intensidad y duración del conflicto (masa conflictual).
El tamaño del Foco de Hamer está determinado por la intensidad y duración del conflicto (masa conflictual).
Nivel Orgánico:
La manifestación en el órgano está determinada por la naturaleza del conflicto y por el área del cerebro involucrada.
Los órganos dirigidos por el Cerebro Antiguo o Paleoencéfalo (Tronco Cerebral y Cerebelo) aumentan la función, muestran multiplicación celular (crecimiento tumoral).
Los órganos controlados por el Cerebro Nuevo o Neoencéfalo (Sustancia Blanca y Corteza Cerebral) muestran degradación o disminución celular en forma de osteolisis, necrosis o ulceración.
A medida que la Fase de Conflicto Activo avanza, también lo hacen los síntomas en los órganos relacionados. Cuando la actividad del conflicto disminuye, también se reducen los síntomas.
Conflicto Pendiente o en Balance:
Se refiere a la situación en la cual una persona permanece en la Fase Activa porque el conflicto no puede resolverse o no ha sido resuelto aún por completo, ha entrado en pequeñas soluciones pero permanece predominantemente activo, no llega a completarse por recaídas en el conflicto.
Una persona puede vivir con un pequeño conflicto y el cáncer relacionado hasta una edad avanzada, siempre que el tumor no ocasione obstrucciones mecánicas, por ejemplo en el colon.
Si una persona está en actividad de conflicto aguda por un período más largo de tiempo, la condición puede ser fatal. Sin embargo, una persona que está en Fase Activa no muere de cáncer porque los tumores que crecen durante la primera fase de un SBS (tumor de pulmones, tumor de hígados, o tumores de glándula mamaria) en realidad mejoran la función del órgano durante ese período.
Los pacientes que no sobreviven la fase de tensión de conflicto activo a menudo mueren como resultado de una pérdida de energía, falta de sueño, y sobre todo por miedo. Con un pronóstico negativo y tratamientos tóxicos o invasivos, sumados a un agotamiento metabólico, emocional, mental y físico, muchos pacientes no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir.
Si no somos capaces de resolver el conflicto, o si no se puede alcanzar una solución viable tenemos la oportunidad de degradar conscientemente el conflicto, ya sea de manera intelectual, psicológica o espiritual. Degradando el conflicto disminuimos su intensidad y, consecuentemente, los síntomas tanto a nivel cerebral como orgánico. Pero tenemos que tener en mente que transformar un conflicto en un conflicto pendiente sólo puede representar una segunda mejor alternativa, porque la curación sólo puede lograrse cuando el conflicto se resuelve por completo.
Conflictolisis (CL):
La solución del conflicto es el momento decisivo que inicia la Segunda Fase del SBS o Fase de Curación. Al igual que en la Fase Activa, el progreso de la Fase de Curación se lleva a cabo de manera sincrónica en los tres niveles.
Primera Mitad de la Fase de Curación o Reparación (PclA):
Nivel Psíquico:
La solución del conflicto viene acompañada con la sensación de un gran alivio, el paciente se siente liberado de una carga.
Nivel Vegetativo:
- Vagotonía constante.
- Ritmo de noche continuo.
- Recuperación del sueño, sobre todo de día y después de las 3:00 AM.
- Fatiga, debilidad, decaimiento.
- Buen apetito.
- Aumento de peso (por retención hídrica).
- Vasos sanguíneos dilatados, manos y pies tibios.
- Aumento de la temperatura corporal, posiblemente fiebre.
- Disminución de la presión arterial.
- Ritmo cardiaco lento.
- Dolor.
- Inflamación.
- Disminución de los parámetros simpaticotónicos (por debajo de lo normal) de Tiroxina, ACTH (hormona adrenocorticotropa), Cortisol, Adrenalina (epinefrina).
- Ritmo de noche continuo.
- Recuperación del sueño, sobre todo de día y después de las 3:00 AM.
- Fatiga, debilidad, decaimiento.
- Buen apetito.
- Aumento de peso (por retención hídrica).
- Vasos sanguíneos dilatados, manos y pies tibios.
- Aumento de la temperatura corporal, posiblemente fiebre.
- Disminución de la presión arterial.
- Ritmo cardiaco lento.
- Dolor.
- Inflamación.
- Disminución de los parámetros simpaticotónicos (por debajo de lo normal) de Tiroxina, ACTH (hormona adrenocorticotropa), Cortisol, Adrenalina (epinefrina).
Desde un punto de vista biológico, el tono de descanso prolongado, particularmente la fatiga y el buen apetito, ayudan al proceso de reparación y restauración de la salud.
Nivel Cerebral:
Depósito de edema en el cerebro (FH edematoso).
Paralelamente a la curación en el nivel psíquico y orgánico, el área cerebral que recibió el choque del conflicto biológico también comienza a sanar.
Como en el caso de cualquier herida que es reparada, líquidos del suero sanguíneo y agua son atraídos, creando un edema para proteger al tejido cerebral durante el proceso de curación. En un escáner cerebral podemos observar los cambios: los anillos en forma de diana comienzan a sumergirse en el edema y ahora se muestran en los escáner borrosos, sin contornos y obscuros.
El tamaño del edema siempre depende de la masa del conflicto que le precedió. El aumento de volumen del edema produce síntomas de curación cerebral típicos como: dolores de cabeza (cefaleas), mareos, vértigos o visión doble.
Nivel Orgánico:
De forma paralela al edema en el cerebro encontramos un edema en el órgano correspondiente. La manifestación en el órgano está determinada por la naturaleza del conflicto y por el área del cerebro que está involucrada.
En los órganos controlados por el Cerebro Antiguo o Paleoencéfalo hay disminución de la función, degradación tumoral por hongos y micobacterias especializadas.
En los órganos controlados por el Cerebro Nuevo o Neoencéfalo hay incremento celular, restitución y reparación.
Epicrisis, Crisis Epiléptica o Epileptiode (CE):
Es iniciada en el punto más bajo de la Fase de Curación y ocurre simultáneamente en los tres niveles. El cerebro acciona un pico simpaticotónico que pone al individuo de forma instantánea en actividad en la Fase Activa del conflicto con sus síntomas típicos de estrés como temblores, náuseas y sudores fríos.
Se "revive" el conflicto biológico a manera de "flash back", como si fuera una fotografía instantánea. En caso de que la persona se encuentre dormida en ese momento estas impresiones le pueden venir como sueños o pesadillas.
El aumento de volumen del edema cerebral ha alcanzado su máximo tamaño y es exactamente en este momento cuando la presión de recaída de estrés expulsa el edema y el cerebro y el órgano afectado pueden deshacerse del exceso de fluido que se fue almacenando durante la primera parte de la Fase de Curación (PclA).
Cada tipo de conflicto y cada tipo de enfermedad tiene un tipo específico de crisis epileptoide. Los eventos típicos que ocurren durante la Epicrisis son:
- Se revive el conflicto entero en un breve momento.
- Manos y pies fríos, escalofríos, sudor frío, constricción de los vasos sanguíneos periféricos.
- Incremento de la eliminación de orina, llamada fase urinaria, que dura hasta la fase restitutiva de formación de cicatriz.
- Mareos.
- Náuseas, vómitos, diarreas, cólicos.
- Crisis de ausencia.
- Aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria.
- Presión sanguínea alta.
- Dolores de cabeza.
- Crisis asmática.
- Migraña.
- Embolia pulmonar.
- Sangrado de úlceras gástricas.
- Sangrado de hemorroides.
- Sangrado de tumores.
- Hipoglucemia.
- Hiperglucemia.
- Crisis neumónica.
- Epilepsia.
- Isquemia cerebral.
- Infarto al miocardio.
- Infarto coronario.
- Incremento de Tiroxina, ACTH, Cortisol y Adrenalina.
- Ataques de pánico.
- Calambre muscular.
- Punzadas en ganglios.
- Temblores internos, vibración interior.
- Frío interior intenso.
- Manos y pies fríos, escalofríos, sudor frío, constricción de los vasos sanguíneos periféricos.
- Incremento de la eliminación de orina, llamada fase urinaria, que dura hasta la fase restitutiva de formación de cicatriz.
- Mareos.
- Náuseas, vómitos, diarreas, cólicos.
- Crisis de ausencia.
- Aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria.
- Presión sanguínea alta.
- Dolores de cabeza.
- Crisis asmática.
- Migraña.
- Embolia pulmonar.
- Sangrado de úlceras gástricas.
- Sangrado de hemorroides.
- Sangrado de tumores.
- Hipoglucemia.
- Hiperglucemia.
- Crisis neumónica.
- Epilepsia.
- Isquemia cerebral.
- Infarto al miocardio.
- Infarto coronario.
- Incremento de Tiroxina, ACTH, Cortisol y Adrenalina.
- Ataques de pánico.
- Calambre muscular.
- Punzadas en ganglios.
- Temblores internos, vibración interior.
- Frío interior intenso.
Si ocurre la Epicrisis, pero no es suficiente para comprimir el Foco de Hamer, habrá un segundo intento o los necesarios hasta que se cumpla la función de la Epicrisis y se expulse el edema acumulado. Estas dificultades pueden tener como causa que exista activo el SBS de los Túbulos Colectores Renales (TCR) y haya retención de líquidos en el organismo. Esta situación puede ser peligrosa.
Tras la Epicrisis, en la Fase PclB, el organismo entero (psique, cerebro, órgano) recupera fuerzas gradualmente y se encamina de lleno a la normalización, siempre y cuando no se presente una recaída del conflicto, lo que significa que una vez superada la epicrisis ya no volverá a producirse nada que pueda asustar o que sea grave.
Segunda Mitad de la Fase de Curación o Reparación (PclB):
Nivel Cerebral:
Lenta disolución de los anillos edematosos alrededor del FH en el cerebro. Eliminación de líquido y acumulación de glía.
Después de que el edema cerebral ha sido expulsado se inicia la segunda parte de la Fase de Curación. Ahora la neuroglía (glioma o glioblastoma, brotes de células de glía), tejido conectivo que siempre está presente en el cerebro, se instala en el sitio para terminar la reparación de la lesión cerebral provocada por el choque del DHS. La masa de acumulación de las células de la neuroglía depende del tamaño del edema precedente y está determinada por la intensidad y duración de la Fase Activa del conflicto. Es este almacenamiento de neuroglía lo que comúnmente se llamatumor cerebral.
Nivel Psíquico:
Se detiene el pensamiento compulsivo de la Epicrisis, hay un sentimiento de alivio y bienestar.
Nivel Vegetativo:
- Vagotonía constante (de diferente calidad).
- Extensión del ritmo de noche.
- Sueño, fatiga, debilidad.
- Aumento del apetito.
- Aumento de peso.
- Reducción de peso por la eliminación del edema corporal.
- Ritmo cardiaco lento.
- Extremidades tibias.
- Continua el incremento de la eliminación de orina que comenzó durante la epicrisis.
- Pequeña disminución de los parámetros simpaticotónicos (por debajo de lo normal) de: Tiroxina, ACTH, Cortisol, Adrenalina (epinefrina).
- Extensión del ritmo de noche.
- Sueño, fatiga, debilidad.
- Aumento del apetito.
- Aumento de peso.
- Reducción de peso por la eliminación del edema corporal.
- Ritmo cardiaco lento.
- Extremidades tibias.
- Continua el incremento de la eliminación de orina que comenzó durante la epicrisis.
- Pequeña disminución de los parámetros simpaticotónicos (por debajo de lo normal) de: Tiroxina, ACTH, Cortisol, Adrenalina (epinefrina).
Nivel Orgánico:
La manifestación en el órgano está determinada por la naturaleza del conflicto y por el área del cerebro que esté involucrada.
En los órganos controlados por el Cerebro Antiguo o Palencéfalo hay encapsulamiento o caseificación con calcificaciones y formación de cavernas. Los tumores son degradados por hongos y micobacterias especializados. Si no se dispone de los microbios necesarios, el tumor permanece en su lugar y se encapsula sin realizar más división celular.
En los órganos controlados por el Cerebro Nuevo o Neoncéfalo habrá formación de cicatriz restitutiva de la necrosis o en las células previas. La pérdida de células que ocurrieron durante la Fase Activa de conflicto son rellenadas, restituidas y reconstruidas con la ayuda de bacterias o virus especializados.
La duración y severidad de la Fase de Curación está determinada por la intensidad y duración de la Fase Activa precedente, por la seriedad de la Crisis Epileptoide y las complicaciones o recaídas del conflicto durante la Fase de Curación (raíles). Las recaídas del conflicto que continuamente interrumpen la Fase de Curación, prolongan el proceso de curación.
Los tratamientos con quimioterapia o radiación interrumpen brutalmente la curación natural de los cánceres. Como nuestro organismo está inherentemente programado para curar, el cuerpo continuará intentando terminar el proceso de reparación tan pronto como el tratamiento haya finalizado. Es por eso que la "reaparición de cáncer" normalmente sigue a los protocolos de tratamiento más agresivos.
Al completarse la Fase de Curación, la normotonía y el ritmo normal del día y la noche se restablecen en los tres niveles.
En general, la Fase de Curación es considerablemente más peligrosa que la Fase Activa del conflicto. Debido a que la Fase de Reparación frecuentemente está acompañada de aumento de volumen, inflamación, infecciones, fiebre y dolor, la mayoría de estas enfermedades se detectan cuando ya están sanando.
Comentarios sobre las dos fases de todos los SBS:
Debido a que la medicina convencional falla en reconocer el patrón bifásico de todos los SBS, los médicos convencionales sólo ven una de las dos fases y lo califican de "enfermedad". Ellos ven ya sea un paciente estresado con un tumor en crecimiento (Fase Activa del conflicto), sin saber que hay una Fase de Curación más adelante, o ven a un paciente con fiebre, infección, inflamación, descarga, dolores de cabeza u otros (Fase de Curación), ignorando la precedente Fase Activa. Revisando sólo una de las dos fases, los síntomas que pertenecen a una fase son vistos como una enfermedad en sí misma, por ejemplo la osteoporosis o la angina de pecho, que sólo ocurren durante la Fase Activa, o la artritis, el linfoma y el cáncer cervical que sólo ocurren en la Fase de Curación.
Esta falta es particularmente trágica cuando un paciente que cursa la Fase de Curación es diagnosticado de un cáncer maligno, aunque de hecho éste sea un proceso de curación que naturalmente se degrada durante la Segunda Fase. Si la medicina convencional tomara en cuenta al cerebro como el lugar desde donde se origina y se controla la enfermedad, reconocería que las dos fases son una sola enfermedad, verificable por un escáner cerebral en el que el Foco de Hamer se encontraría en el mismo lugar en las dos fases, indicando si el paciente está todavía en conflicto activo (anillos concéntricos en diana) o se encuentra ya sanando (anillos edematosos).
Lo que se ha estudiado hasta ahora como enfermedades frías no es más que la Fase de Simpaticotonía del SBS, y lo que se tenía por enfermedades calientes es la Fase de Vagotonía del SBS. Por este desconocimiento no se podía comprender la enfermedad ni tratar al paciente de manera realmente científica.
La medicina clásica tiene identificadas más de 1,000 enfermedades, con sus síntomas y sus terapias. Aproximadamente 500 de ellas son enfermedades frías (cáncer, angina de pecho, esclerosis en placa, depresión, trastornos mentales, etc.) y alrededor de 500 enfermedades son calientes (infecciones, reumatismo, leucemia, osteosarcoma, enfermedad de Hodgkin, etc.).
Como promedio, del 90 al 95% de los conflictos se solucionan, solo en un 5% a 10% de los casos no hay solución. Ya sea porque el individuo no encuentra la solución o porque la naturaleza previó justamente la no-solución del conflicto, para permitir la formación de grupos sociales, tanto en el medio animal (rebaño, manada) como en la familia.
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