jueves, 21 de noviembre de 2013

LAS SIETE LEYES O PRINCIPIOS UNIVERSALES
 por Sixto Paz Wells

Vivimos en un universo material de siete dimensiones, donde rigen siete leyes o principios universales, esto son:

1.- El Principio del Mentalismo.

“Todo es mental”, que es lo mismo que decir que “uno puede crear lo que cree”.

Si creemos en cosas positivas, atraeremos y crearemos condiciones y circunstancias positivas a nuestro alrededor. Pero si por el contrario, nos dejamos arrastrar por el negativismo y estamos todo el tiempo pensando en cosas negativas, las atraemos y las materializamos en nuestra vida, y alrededor nuestro.

Todo es consecuencia de una actitud mental y de un acto de voluntad. Si creemos, creamos. Nuestra mente es creadora. Es una parte ínfima de la esencia universal, pero semejante a ella. Como dicen las Sagradas Escrituras: “Dioses sois, hijos del Altísimo”. Debemos aprender a orientar y administrar de manera positiva esa divinidad.

En éste principio se debe trabajar la concentración, la voluntad y la sabiduría.

Para memorizar más fácilmente éste principio, lo relacionamos y ubicamos con el vórtice, chakra o rueda de energía de nuestra coronilla (encima de la cabeza).

2.- El Principio de Correspondencia.

“Así como es arriba así es abajo, y viceversa”, esto significa que las mismas leyes que organizan el macrocosmos (el Universo), regulan el microcosmos, que es el universo interior de cada uno. Si queremos conocer cómo funciona el universo, pues debemos empezar por conocernos primero a nosotros mismos.

Si iniciamos el proceso del autoconocimiento sabremos como se mueve todo, y cómo podemos modificarlo. Si queremos que nuestra pareja cambie, que cambien nuestros hijos, o que cambie nuestra familia, el vecino y hasta el mundo, debemos empezar por cambiar nosotros, porque somos como un espejo mágico, en donde todo y todos se reflejan. Si queremos que esa imagen cambie tenemos que hacer magia interior para reflejarlo en el exterior. Es a través nuestro que se inicia la reacción en cadena, porque como ya dijimos antes, somos dioses creadores, arquitectos de nuestra propia realidad.

En éste principio se debe trabajar el despertar de la conciencia, el discernimiento y la intuición.
Esta ley la relacionamos con el vórtice de la frente, el entrecejo, y la ubicamos para memorizarla en esa posición.

3.- El Principio de Vibración.

“Todo vibra, todo esta en movimiento”, todo se mueve hacia un cambio, hacia su propia transformación; pero también este principio tiene que ver con el poder del sonido que se manifiesta en nosotros a través de la palabra, como “La Magia del Verbo”. Esto quiere decir que “uno concreta lo que decreta”.

En el evangelio de San Juan dice: “En el principio era el Verbo (la palabra), y la palabra era Dios, y la palabra estaba al lado de Dios, y por la palabra todas las cosas fueron hechas”. Qué importante entonces es la palabra si se le asigna ese poder de materializar intenciones.

Debemos tener mucho cuidado con las cosas que decimos porque la palabra es creadora, y tiene su propia carga vibratoria que puede contaminar el ambiente o lo puede elevar vibratoriamente.

Decía un adagio árabe: “Habla solo cuando tus palabras sean más dulces que tu silencio”. De tal manera que si no tenemos nada bueno que decir, debemos aprender a guardar silencio.

La palabra es la que da forma a las cosas. Por la palabra se puede construir o destruir. La palabra es una llave que puede abrir puertas entre las dimensiones, así como puede aperturar las conciencias y los corazones de los semejantes, pero sólo si se emplea adecuadamente.

En éste principio se debe trabajar con la respiración, el autocontrol, la inteligencia, la auto-observación, la prudencia y la pureza.

La ubicación de este principio sería a la altura de la garganta.

4.- El Principio de Polaridad.

“A toda fuerza se le opone otra contraria de igual intensidad”. Uno mide la importancia de las cosas que realiza en la vida por el grado de dificultad que se genera como reacción contraria.

La vida se encarga continuamente de ponernos a prueba para fortalecer nuestra voluntad y convicción, pero muchas de estas pruebas son consecuencia de la misma acción generada con nuestras decisiones y actitudes previas. Los cristales se forman en el interior de la Tierra debido a grandes presiones. Exactamente igual ocurre en el ser humano que se va perfeccionando a través de presiones, pruebas y dificultades que se le van presentando en el camino de la vida.

El problema en la vida no es cuando hay problemas, sino cuando no los hay, porque entonces debemos pensar que lo que estamos haciendo no tiene mayor trascendencia, o es que en cualquier momento se darán las dificultades que se encuentran como represadas, y hay que estar preparado para ello.

En el libro del Quijote, su autor Miguel de Cervantes pone en boca del famoso hidalgo: “Ladran los perros Sancho, señal de que avanzamos”.

En ésta ley se debe trabajar la perseverancia, la paciencia, la tolerancia y la convicción.

Este principio lo ubicamos a la altura del vórtice del corazón.

5.- El Principio del Ritmo.

“Todo va y viene. Nada permanece igual para siempre”. Todo esta sujeto a fluctuaciones, todo cambia, todo esta sujeto a variaciones y a permanentes modificaciones; todo se mueve como un péndulo. No siempre estaremos bien, ni siempre mal. “Cuanto más oscura esta la noche, señal es que el día esta más cerca”. 
Todo en la vida esta sujeto a ritmos que pueden llegar a ser controlados por nuestra voluntad y conciencia. Nuestra vida puede y debe ser dirigida por nuestra voluntad y conciencia, procurando lo mejor, aprendiendo previamente a reconocer qué es lo mejor.

En esta ley se deberá trabajar la voluntad, la fe, la paciencia, la constancia y la esperanza.

Este principio lo ubicamos a la altura del Plexo Solar, ligeramente por encima del ombligo.

6.- El Principio de Causa y Efecto.

“Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene una causa; todo obedece a leyes universales”. Nada ocurre porque sí, todo es producto de una razón o motivo, y además, todo apunta en una dirección.

Dicen las Sagradas Escrituras: “Has con otros como quisieras que hicieran contigo, no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”. He aquí la regla de oro en el comportamiento de nuestra vida para construir una atmósfera alrededor nuestro de paz y armonía.

Los seres humanos somos el resultado de nuestras existencias pasadas, nadie está improvisado en el camino. Todo en nuestra vida es consecuencia de las necesidades de nuestro actual aprendizaje y de las decisiones, pensamientos y actos con los que sembramos nuestro camino a lo largo de nuestras existencias, incluyendo la presente.

La cosecha de nuestra vida es el producto de la siembra de nuestras acciones.

Esta ley universal es la base del concepto de la reencarnación, de la existencia de las vidas sucesivas como proceso de aprendizaje y crecimiento.

En ésta sexta ley se ha de trabajar el servicio con discernimiento, bondad y con decisión.

Este principio lo ubicamos a la altura de los órganos sexuales.

7.- El Principio de Generación.

“Todo tiene su principio masculino y femenino, su positivo y su negativo; todo busca su complementación. Los opuestos son necesarios para el crecimiento de ambos”. Todo en el universo busca su complementación, así la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo.

Con el tiempo uno llega a darse cuenta que hasta lo malo en la vida no es tan malo, porque hace que lo bueno sea más bueno. ¿Quién sabría valorar la luz del día si antes no pasa por las tinieblas de la noche?
En esta séptima ley habremos de trabajar la comprensión, la tolerancia, el respeto y el amor.
Este principio lo relacionamos y ubicamos con el primer chakra ubicado en el cóccix.

¿Cómo accionar las Leyes y Principios Universales?

Cada vez que nosotros hacemos una oración, o un ejercicio de canalización de energías, o nos imaginamos que nos protegemos creando mentalmente una cúpula de protección, o hacemos una cadena de sanación o de irradiación al planeta, o hacemos una imposición de manos a alguien, o deseamos algo con fe estamos accionando las Leyes y Principios Universales.

¿Cómo y cuando se pueden poner en práctica las 7 Leyes y Principios Universales?

Cada vez que realizamos con convicción las prácticas de respiración, relajación, concentración y meditación, orientadas hacia un fin determinado estamos accionando las leyes y los principios universales. Por ello es muy importante la capacidad y seguridad (convicción) que lleguemos a desarrollar mediante ejercicios y prácticas para enfocar nuestra atención, y la energía en tal o cual dirección, para tal o cual resultado.

COMO  LOS HERMANOS MAYORES DEFINEN LAS LEYES UNIVERSALES

– ¿Cómo podrían definir ustedes aquellas leyes o principios universales?

– Hoy hay suficiente conocimiento en la Tierra sobre el tema como para empezar a aplicar conscientemente dichas leyes y principios, sólo que el problema es que el conocimiento compromete.  Y es que la enseñanza de aquellas leyes es una herencia que les ha sido dada desde la época de las colonias extraterrestres y atlantes en Egipto.

La primera ley consiste en que uno puede crear lo que cree.. Si orientan su mente con una actitud positiva hacia la consecución de cualquier realización, ésta llegará a materializarse.  Pero si por el contrario se dejan llevar por el pesimismo y la negatividad, todo a vuestro alrededor será reflejo de aquello.

En esta primera ley deben trabajar la concentración, la voluntad y la sabiduría.

La segunda ley consiste en que todo es un reflejo del universo que nos rodea, por lo que al ser parte consciente de la creación, ustedes también pueden y deben ser cocreadores de todo aquello que pueda ser edificante y positivo.  Y es que también por ser el universo un acto de amor del Todopoderoso, vuestras existencias deben estar inspiradas y marcadas por el amor.

Las leyes que regulan el universo son las mismas que intervienen en la vida de un individuo, por lo cual conociéndose uno a sí mismo se puede llegar a conocer el universo y de la misma manera, afectarlo para bien o para mal.

En esta segunda ley deben trabajar el despertar de la conciencia, el discernimiento y la intuición.

La tercera ley es que el vehículo de acción o el medio de concreción de la creación es la palabra.  La palabra es vibración y poder sobre la formas, porque decreta y materializa las cosas alrededor de uno y en uno.  Es más: la palabra es la que da forma a las cosas.

Por la palabra se puede construir y hasta destruir.  La palabra es una llave que puede abrir puertas entre las dimensiones, así como puede aperturar las conciencias y los corazones de los semejantes, pero sólo si ésta es bien empleada por alguien puro de corazón.

Los grandes problemas de vuestra actual humanidad se resumen en la carencia de comunicación; en la abundancia de mensajes sin poder; de palabras sin una vibración superior.  La carencia de un ejemplo de vida y la falta de consecución de las enseñanzas ha hecho a las palabras: vanas y vacías.  Por ello sólo se enseña bien cuando las palabras van acompañadas por el ejemplo.

Cuando restablezcan el contacto interno y como consecuencia recuperen el contacto con vuestros más cercanos, volviendo a ser honestos y sinceros en vuestros pensamientos y palabras, el universo se hará oír en ustedes y hablará a través de vuestras almas con la fuerza del poder para abrir mentes y corazones.

En esta tercera ley hay que trabajar con la respiración, inteligencia y la pureza.

La cuarta ley consiste en que toda realización cuesta esfuerzo y genera una fuerza de oposición, pudiendo medirse el valor e importancia de lo que se hace por el grado de dificultad antes, durante o después.  Por ello, no deben amilanarse cuando las cosas se les complican pareciendo no tener solución, por cuanto todo lo que realmente vale, exige una máxima dedicación y suele ser un camino lleno de escollos, que va probando palmo a palmo vuestra voluntad y convicción.

El mundo ideal no existe, por lo tanto hay que crearlo todos los días y en todo lugar con la conciencia despierta y actitudes positivas que influyan sobre el ambiente y las demás personas.  Por ello no caigan en el error de algunos que piensan en huir del planeta porque consideran que ya es tarde.  Nosotros les podemos asegurar que aún no es tarde para cambiar y para que todo se transforme, pero todo variará si antes ustedes modifican sus patrones conductales.

En esta cuarta ley deben trabajar la perseverancia, la tolerancia y la convicción.

La quinta ley permite entender que en el proceso de crecimiento todos habremos de pasar muchas veces de la luz a la oscuridad y viceversa.  Se habrá de atravesar por períodos de cambio y de estancamiento.  Y siempre uno precederá al otro, lo que nos hará estar permanentemente en guardia.

El contraste de estados nos enseñará a valorar y a dominar los momentos internos cambiantes, pudiendo desarrollar cada vez un mayor equilibrio o capacidad como para modificar a voluntad la situación, o hacer más llevaderos los momentos difíciles.

Al final cada uno debe llegar a conocer sus propios ritmos internos para dominarlos, llegando con ello a afectar las fluctuaciones del ambiente externo.

En esta quinta ley se deberá trabajar la fe, la paciencia y la esperanza.

La sexta ley indica que todo es consecuencia de las necesidades de nuestro actual aprendizaje y de las decisiones, pensamientos y actos con los que sembramos la vida, así como también por los procesos pendientes de existencias pasadas.  Y es que cada vida se nos ofrece como una nueva aventura pero con mayor experiencia.  Experiencia alcanzada de otras vidas, que se manifiesta en nuestra particular forma de enfrentar las propuestas que se nos van presentando; todo ello, como parte de un proceso de crecimiento hacia una expansión de conciencia, donde nada es dejado al azar; y donde también, no está dicha nunca la última palabra.

En esto no hay programas individuales o colectivos incompletos, ni programas definitivos e inamovibles.  No se han descuidado los detalles pero todo puede variar.  Todo se puede modificar para bien o para mal, dependiendo fundamentalmente de nuestra actitud frente a la vida.   Pero eso sí, la evolución es personal e intransferible, aunque paradójicamente ésta sólo se puede realizar en permanente interacción con los demás.

La cosecha de nuestra vida es el producto de la siembra de nuestras acciones.

En esta sexta ley se ha de trabajar el servicio con discernimiento, bondad y decisión.

La séptima ley nos enseña que todo en el universo busca su complementación, y que hasta en la dualidad, los opuestos son necesarios para el crecimiento de ambos.  Por ello, necesitamos del otro para vernos reflejados en él y así superarnos cada día, logrando la madurez en nuestras vidas.

En esta séptima ley habremos de trabajar la comprensión, la tolerancia, el respeto y el amor.

¿Y cómo se puede trabajar la comprensión y la tolerancia?

– Aprendiendo a comunicarse, para así poderse entender y lograr con ello aceptarse. Pero preguntarán:¿Y cómo aprendes a comunicarte? Pues intentándolo, experimentando formas y diversas alternativas, hasta que las barreras desaparezcan y uno aprenda a desnudar su alma, mostrándose tal cual uno es.  Para esto no necesitan llegar a ser telépatas, simplemente seres humanos que intentan sentirse y hacerse sentir.  Además recuerden que lo importante es procurar hacer sentir bien a los demás, tratándolos como uno quisiera ser tratado.

– ¿Cuándo y cómo podemos trabajar con estas leyes o principios?

– Sin darse cuenta ya lo están haciendo.

Ningún principio funciona aislado o independiente de los demás.  Por ello, en cada acto de la vida están aplicando todo esto, el asunto es ¿qué tan conscientes lo hacen? y ¿qué tan positivamente pa      emás?

PUESTA A PUNTO PARA LA NUEVA ETAPA



Nuevos paradigmas - Por Sixto Paz Wells

Antes nosotros hablábamos de las 7 leyes Universales que enseñó Hermes Trismegisto, Thot el Atlante. 
Hoy hablamos de los Nuevos paradigmas, de los nuevos modelos.
Antes hablábamos de la ley del metalismo que uno puede crear lo que cree, que todo es mental.

Hoy día estamos hablando la ley de atracción: a uno atrae sobre su vida  de acuerdo a la frecuencia de sus pensamientos, pero para que funcione esa ley de atracción previamente  yo tengo que accionar la ley de creación, antes era la ley de correspondencia así como es arriba es abajo y viceversa, hoy día no, hoy día es la ley de creación, tú tienes que descubrir tu potencial creador, o sea en los salmos de  la  Biblia  dice : “ Dioses soy hijos del altísimo “ tenemos potenciales sin limites lo que pasa es que vivimos ignorantes de toda esa potencialidad.

Después tenemos el principio de vibración todo vibra todo está en movimiento, lo que enseño Hermes Trismegisto,  hoy día es el poder del decreto, la magia del verbo, uno concreta lo que decreta por eso hay que tener mucho cuidado con lo que uno dice,  dice habla solo cuando tus palabras sean más dulces que tu silencio, si no tienes nada bueno que decir cállate la boca. Antes hablábamos la ley de polaridad: a toda fuerza se le opone otra contraría de igual intensidad, hoy lo que estamos hablando es dela ley de la emoción y del sentimiento    o sea para que las cosas se concreten, se materialicen en tu vida tienes que ponerle pasión emoción sentimiento, o sea  no solamente  es creerlo, es sentirlo, y si lo sientes ya lo estás creando realmente, entonces hay que  ponerle emoción sentimiento para que las cosas se concreten,  o sea si tú diriges la emoción y el sentimiento puedes decretar con convicción puedes crear a conciencia , y puedes  atraer sobre  tu vida todo lo mejor lo mas bueno lo mas positivo, ahora para que funcione realmente esta ley de emoción y sentimiento  antes hablábamos nosotros de la ley del ritmo todo está sujeto a fluctuaciones, hoy día es la ley del balance y el equilibrio  o sea si tu no estás en balance, en equilibrio, en armonía contigo mismos no puedes dirigir las emociones para decretar para crear para atraer.

Ahora antes se hablaba de la ley de causa y efecto  todo lo que tú siembras eso cosechas, hoy día no, hoy día estamos hablando de la ley de la voluntad,  si nosotros fortalecemos la voluntad, nosotros dirigimos la vida y la vida no nos dirige a nosotros, nosotros podemos incluso controlar, manejar incluso lo de las profecías y todo,  para que ciertas cosas se den para que otras no se den , las profecías negativas se han dado para advertir y corregir , las profecías  positivas al contrario  para que ayudemos para que se cumplan.

Y finalmente  lo que antes era el principio de género o generación que todo el universo busca su complementación  que todo tiene su masculino y femenino, su positivo y negativo.
Hoy día no, hoy día es la ley del Amor o sea que todo en la vida tienen que ser por Amor y para amar para servir y para compartir.

Entonces todo lo que se enseño en el pasado hoy día adquiere una dimensión superlativa, trascendental importante, o sea nuevamente  no hay nada nuevo bajo el sol pero sin embargo adquiere una nueva dimensión en la actualidad.


Antes / Ahora:                                          

§  Ley del mentalismo   /     Ley de Atracción.
§  Ley de correspondencia /  Ley de creación.
§  Principio de vibración / El poder del decreto.
§  La ley de polaridad / La ley de la emoción y                                        del sentimiento.
§  La ley del ritmo / La ley del balance y el                                           equilibrio.
§  La ley de causa y efecto / La ley de la                                                              voluntad.   


§  El principio de generación /La leydel Amor.                                                                         





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